Cuando elegimos productos locales a la hora de consumir, apoyamos la producción a pequeña escala, generamos consciencia colectiva, cuidamos el medio ambiente y permitimos que el desarrollo de oficios y tradiciones productivas no se pierdan.
Mi trabajo tiene un minucioso control de calidad ya que cada pieza es única, hecha desde el inicio a conciencia, en comunión y simbiosis con el material que recibo, por lo general conozco la procedencia e historia de la madera que estoy trabajando, generando así un gran valor agregado al producto final.